La risa es fundamental para establecer las relaciones humanas. Con ella, y mediante ella, el contacto es más fácil. ¿Existirá una fórmula científica para la comicidad?
Reír es una de las cosas más gratificantes en la vida. Curiosamente, es un fenómeno que compartimos por igual todos los seres humanos, desde los esquimales del frío norte hasta los aborígenes de las zonas tropicales del planeta.
Las expresiones ‘ja ja’ o ‘je je’ son similares en todas las lenguas, aunque se escriban distintas, lo que hace sospechar que detrás de algo tan espontáneo se oculte una razón natural. Hoy, quiero invitarte a conocer si existe una explicación científica de la comicidad, de acuerdo a lo que los expertos han estudiado.
Funciones de la risa
Aunque la risa propiamente no es un comportamiento del reino animal, tampoco podemos decir que no exista en lo absoluto. En los primates más desarrollados podemos observar conductas cómicas que pueden ser la base de lo que luego llamaremos humor en el ser humano.
Ciertamente, estos no tienen la capacidad de vocalizar frases que acompañen la risa, pero sí pueden hacer gestos graciosos. Los monos se hacen cosquillas y realizan sonidos que pueden identificarse con las carcajadas humanas.
Los expertos plantean que la función de la risa en la evolución consistió en ser una señal de que no amenazaba ningún peligro. Otros plantean que constituyó un mecanismo para que los mayores enseñaran a los pequeños a jugar y relacionarse entre sí.
Para los grupos sociales la función de la risa es servir como elemento aglutinante. A través de los chistes, las personas establecen fuertes vínculos pues estos están cargados de referentes culturales que favorecen la interrelación.
Fórmula científica para la comicidad
¿Existirá una fórmula científica para la comicidad? Si todos reímos y los humoristas necesitan tocar puntos sensibles que son comunes a la mayoría, ¿puede la ciencia encontrar cuál es la clave secreta para hacer reír?
A pesar de que se ha tratado por años de descifrar la esencia de la risa, los semióticos solo han conseguido encontrar los elementos que estructuran las frases cómicas o las diferencias entre un tipo de humor u otro. Mas, no ha sido posible determinar con exactitud qué provoca la risa en los seres humanos.
La risa en el cerebro
En los últimos años, a través de la tecnología de imágenes por resonancia magnética, los neurólogos han podido entender cómo el cerebro identifica una situación como graciosa y desencadena la risa.
Todo tiene lugar en el hemisferio cerebral izquierdo, donde se producen los procesos de detección y apreciación de la broma. El cerebro libera cantidades de dopamina que inducen la sensación de placer. Por eso cuando estamos deprimidos nos cuesta tanto reírnos, pues el sistema nervioso cierra la válvula de salida de esta sustancia, y el sentido del humor tiende a disminuir.
Desde luego, este algoritmo secreto para la risa constituye una explicación científica de cómo funciona el cerebro para responder con una carcajada, pero aún sigue sin dar cuenta de toda una serie de aspectos, como la diferencia del humor en los sexos, las edades y otros aspectos sociales.
La mente humana es muy compleja y probablemente sea más difícil encontrar finalmente una fórmula científica de la risa que dé cuenta a profundidad de todo los procesos cómicos que experimentamos. Sin embargo, es un excelente punto de partida.
Las expresiones ‘ja ja’ o ‘je je’ son similares en todas las lenguas, aunque se escriban distintas, lo que hace sospechar que detrás de algo tan espontáneo se oculte una razón natural. Hoy, quiero invitarte a conocer si existe una explicación científica de la comicidad, de acuerdo a lo que los expertos han estudiado.
Funciones de la risa
Aunque la risa propiamente no es un comportamiento del reino animal, tampoco podemos decir que no exista en lo absoluto. En los primates más desarrollados podemos observar conductas cómicas que pueden ser la base de lo que luego llamaremos humor en el ser humano.
Ciertamente, estos no tienen la capacidad de vocalizar frases que acompañen la risa, pero sí pueden hacer gestos graciosos. Los monos se hacen cosquillas y realizan sonidos que pueden identificarse con las carcajadas humanas.
Los expertos plantean que la función de la risa en la evolución consistió en ser una señal de que no amenazaba ningún peligro. Otros plantean que constituyó un mecanismo para que los mayores enseñaran a los pequeños a jugar y relacionarse entre sí.
Para los grupos sociales la función de la risa es servir como elemento aglutinante. A través de los chistes, las personas establecen fuertes vínculos pues estos están cargados de referentes culturales que favorecen la interrelación.
Fórmula científica para la comicidad
¿Existirá una fórmula científica para la comicidad? Si todos reímos y los humoristas necesitan tocar puntos sensibles que son comunes a la mayoría, ¿puede la ciencia encontrar cuál es la clave secreta para hacer reír?
A pesar de que se ha tratado por años de descifrar la esencia de la risa, los semióticos solo han conseguido encontrar los elementos que estructuran las frases cómicas o las diferencias entre un tipo de humor u otro. Mas, no ha sido posible determinar con exactitud qué provoca la risa en los seres humanos.
La risa en el cerebro
En los últimos años, a través de la tecnología de imágenes por resonancia magnética, los neurólogos han podido entender cómo el cerebro identifica una situación como graciosa y desencadena la risa.
Todo tiene lugar en el hemisferio cerebral izquierdo, donde se producen los procesos de detección y apreciación de la broma. El cerebro libera cantidades de dopamina que inducen la sensación de placer. Por eso cuando estamos deprimidos nos cuesta tanto reírnos, pues el sistema nervioso cierra la válvula de salida de esta sustancia, y el sentido del humor tiende a disminuir.
Desde luego, este algoritmo secreto para la risa constituye una explicación científica de cómo funciona el cerebro para responder con una carcajada, pero aún sigue sin dar cuenta de toda una serie de aspectos, como la diferencia del humor en los sexos, las edades y otros aspectos sociales.
La mente humana es muy compleja y probablemente sea más difícil encontrar finalmente una fórmula científica de la risa que dé cuenta a profundidad de todo los procesos cómicos que experimentamos. Sin embargo, es un excelente punto de partida.
Informe21.com
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