Las autoridades de una ciudad del sur de China decidieron este sábado abandonar un plan para construir una planta de procesamiento de uranio, un día después de que centenares de habitantes del área realizaron una protesta contra la planta por dudas sobre su seguridad.El gobierno municipal de Heshan, en la provincia de Guangdong, informó a través de un comunicado por internet que suspendería el proyecto valorado en 37.000 millones de yuanes (6.000 millones de dólares) de la empresa China National Nuclear Corp., (CNNC) que habría construido plantas para la conversión y enriquecimiento de uranio, y para la fabricación de equipos de combustible atómica.
“El gobierno del pueblo de la ciudad de Heshan ha decidido respetar la opinión del público y no seguirá adelante con el proyecto del parque industrial Longwan de CNNC”, se indicó a través del comunicado de una línea.
Los representantes de CNNC no fueron localizados en busca de declaraciones sobre la decisión, pero sus planes forman parte de un esfuerzo nacional de reducir la dependencia al carbón como combustible en China a fin de fomentar el uso de una energía limpia.
La firma firmó un acuerdo en marzo con el gobierno de Heshan para el uso de los terrenos y para hacer inversiones para el parque industrial, de acuerdo con medios estatales.
El anuncio de este sábado por parte del gobierno de Heshan tuvo lugar después que cientos de manifestantes realizaron el viernes una marcha por las calles de Jiangmen, portando pancartas y vistiendo camisetas con frases de oposición al proyecto.
“Devuélvannos nuestros hogares rurales. Estamos en contra de la radiación nuclear”, gritaban los manifestantes según se vio en las imágenes trasmitidas por televisión.
Heshan es una localidad de una extensa área de Jiangmen. Los residentes realizaron la protesta como reacción a un reporte que evaluaba el riesgo del proyecto, el cual fue divulgado el 4 de julio y que tenía un período de 10 días para comentarios públicos. Los detractores del plan dijeron que por lo general esos reportes se realizan como una formalidad encaminada a facilitar la aprobación.
Los funcionarios locales inicialmente respondieron ampliando el período de consulta por otros días, pero el sábado por la mañana decidieron descartar el plan.
La población china, cada vez más consiente sobre la seguridad ambiental, ha estado realizando protestas callejeras en oposición a proyectos de riesgo para el medio ambiente, y los gobiernos locales han cedido a la presión pública en algunos casos al cancelar los proyectos, ya sea aplazándolos o reubicándolos.
AP
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