La fertilidad masculina ha empeorado en los últimos años, cada vez son más los hombres que acuden a la consulta afectados por un problema de esterilidad, de hecho hasta en un 35 por ciento de los casos de infertilidad en la pareja la responsabilidad recae en el hombre, según explica el doctor Gómez Sancha, del Instituto de Cirugía Urológica Avanzada.
Aproximadamente un 15 por ciento de las parejas tieneproblemas de fertilidad, y, dentro de este porcentaje, el hombre también puede ser responsable, de hecho, explica a Europa Press, «la infertilidad es más frecuente ahora que antes», viéndose incluso casos antes de los 30 años.
Todo parece mostrar que «la infertilidad es ahora más frecuente que antes», los motivos pueden ser diversos aunque apunta a los cambios en el estilo de vida, el aumento de estrógenos en el medioambiente, cambios ambientales, etc. como los causantes de que el número y la movilidad de los espermatozoides hayan disminuido progresivamente.
Empezando por el principio, hay que saber que «la formación de los espermatozoides es un proceso extremadamente delicado», es por ello que existen muchos condicionantes que pueden provocar en el hombre «fases de infertilidad», como puede ser un episodio febril, un consumo elevado de alcohol, o altos niveles de estrés. Por otra parte, existen otras causas congénitas o hereditarias o consecuencia de enfermedades como las paperas en niños, que pueden producir alteración de la fertilidad en el futuro.
«A la hora de estudiar a la pareja infertil no solo hay que estudiar a la mujer, también hay que estudiar al varón», explica. Para ello, lo primero es un seminograma -donde se analiza la calidad del semen-, «si el resultado es normal no son necesarios estudios adicionales».
Antes se debe de valorar el tipo de esterilidad, se pueden pensar en una 'esterilidad primaria', que es cuando la pareja nunca ha conseguido un embarazo de las maneras naturales; o una 'esterilidad secundaria', que se produce cuando, tras un primer embarazo, la pareja no consigue tener otro embarazo.
Las causas más frecuentes de infertilidad en el varón son: los testículos no producen espermatozoides o producen muy pocos; por una obstrucción de la vía seminal que impide su salida; que los espermatozoides no se mueven adecuadamente, siendo el varicocele (varices en las venas del testituclo) una de las causas más frecuentes; o que los espermatozoides no se depositan en la vagina.
La solución inmediata para la pareja son las técnicas de reproducción asistida, ya que «frecuentemente estos hombres vienen acompañados de mujeres que sobrepasan los 35 años, y, en estos casos, se tiene menos capacidad de actuación, porque lo importante es conseguir el embarazo», y, por lo tanto, la recomendación más común es acudir a técnicas de fecundación antes de seguir haciendo estudios al varón porque «se pierde un tiempo precioso para las parejas».
«Restaurar la fertilidad en el varón es complicado en buena parte de los casos», por eso la intervención del urólogo se suele producir cuando existe un obstrucción de la vía seminal, o cuando existen problemas de movilidad por un varicocele o un quiste prostático que provoca obstrucción, por ejemplo.
Existe un numero hombres que debido a un problema de próstata y la consecuente intervención, tiene problemas de eyaculación y de fertilidad. «Hay una población de pacientes jóvenes, que a los 40 años empiezan a tener sintomatología miccional, que necesitan tratamiento quirúrgico y que se enfrentan a esta disyuntiva», afirma.
Gómez Sancha ha señalado que, a fin de evitar la infertilidad, se han producido grandes avances en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, un problema que afecta a más del 40% de los hombres mayores de 50 años y está íntimamente ligada con los problemas en las relaciones sexuales, llegando a ser una de las causas de incapacitación para la concepción.
La próstata es la glándula reproductiva masculina, que se ve agrandada de manera progresiva a partir de los 30 años. A medida que la glándula crece, puede oprimir la uretra y ocasionar síntomas urinarios y problemas en la actividad sexual.
La cirugía prostática suele conllevar como complicación la aneyaculación -ausencia de semen en la eyaculación- en el 100 por cien de los pacientes sometidos a cirugía prostática abierta y en 75 por ciento de los casos operados mediante resección transuretral clásica.
En cambio, recientemente se ha descrito una técnica de prostatectomía con láser especialmente útil para pacientes jóvenes, que «intenta resolver la obstrucción urinaria sin lesionar el aparto eyaculador», permitiendo preservar la eyaculación en el 85 por ciento de los pacientes operados.
Con motivo del Mes Mundial de la Esterilidad, que se celebra en junio, Gómez Sancha ha aprovechado para recordar la importancia de una buena salud sexual para así evitar problemas en el aparato reproductor tanto masculino como femenino. Y, sobre todo, aconseja las revisiones periódicas a partir de los 50 años y con la aparición de los primeros síntomas.
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