La situación fue digna de película. El actor George Clooney invitó a cenar de manera espontánea a su vecino de mesa en un restaurante de Berlín sin que éste lo reconociese.
Al parecer, Oliver Hermann, un empresario de 50 años, estaba solo y se sentó en la mesa continua a la de cuatro clientes
que conversaban en inglés. Cuando pidió la cuenta, el camarero le dijo que estaba invitado por el grupo, que creía haberle molestado con su conversación. Aunque no fue hasta que abandonó el local cuando descubrió que la cuenta la había pagado el mismísimo Clooney.
Al parecer, Oliver Hermann, un empresario de 50 años, estaba solo y se sentó en la mesa continua a la de cuatro clientesque conversaban en inglés. Cuando pidió la cuenta, el camarero le dijo que estaba invitado por el grupo, que creía haberle molestado con su conversación. Aunque no fue hasta que abandonó el local cuando descubrió que la cuenta la había pagado el mismísimo Clooney.
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