"Esta conclusión es creíble para un civil, pero no para un profesional. De hecho, todo ocurrió de manera diferente", aseguró Leónov, que siempre ha sabido guardar el secreto y que quería que por lo menos su familia pueda conocer la verdad. Según el informe desclasificado, un factor humano estuvo presente en el accidente: un caza Su-15 no autorizado volaba peligrosamente cerca.
"En este caso, el piloto no siguió las reglas, descendió a una altitud de cuatrocientos cincuenta metros. Lo sé porque yo estaba allí, oí el sonido supersónico y he hablado con testigos. Durante la postcombustión la aeronave pasó en las nubes a unos diez -quince metros cerca del aparato de Gagarin, mandándolo a una barrena a una velocidad de setecientos cincuenta kilómetros por hora", explicó el veterano cosmonauta. 
Lo único que aún queda por saber es el nombre de aquel piloto. "Me dieron el permiso de comunicar la verdadera causa con la condición de no nombrar a esa persona, que ahora tiene ochenta años y actualmente está delicado de salud. Les prometí que guardaría el secreto", subrayó. 
Así, las miles de teorías sobre la muerte de Gagarin han quedado en el pasado. Entre ellas se especulaba desde un posible suicidio hasta un choque con un ovni, pasando por un sabotaje ordenado desde las altas esferas soviéticas. 
RT