Los tres primeros goles del Bayern, obra de Thomas Müller, Mario Gómez y Arjen Robben, han sido polémicos y si el árbitro, el húngaro Viktor Kassai, hubiera sido más riguroso a la hora de aplicar el reglamento en el partido de este martes en el Allianz Arena no deberían haber subido al marcador. Trajeta roja también a los linieres, y a los jueces de ára.
En el 1-0, Kassai pasó por alto una falta sobre Alves antes del testarazo de Müller.
En el 2-0, no vio un fuera de juego del propio Mario Gómez cuando éste remataba de cabeza.
Y en el 3-0, se tragó una falta de Müller sobre Jordi Alba previa al remate de Robben.
Los errores arbitrales al margen, el Barça no ha hecho un buen partido en Múnich, donde ha caído por 4-0; aparte, el Bayern reclamó dos penaltis por sendas manos en el área blaugrana y Jordi Alves pudo haber salido peor parado tras tirarle la pelota a Robben a la cara delante mismo de Kassai.
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