El Ejército chino, el más grande del mundo con más de dos millones de efectivos, está preocupado por el tamaño de sus soldados que, según un informe publicado este miércoles, son cada vez más altos y gordos, hasta el punto de que ya casi no caben en los tanques o en sus uniformes.
En 20 años los reclutas chinos han crecido de media dos centímetros y tienen una cintura cinco centímetros más ancha, alerta un estudio elaborado por el Ejército de Liberación Popular chino y publicado este miércoles en el diario oficial de la institución, el "PLA Daily".
"Como el tamaño medio del soldado ha aumentado, también se necesita con urgencia un equipamiento militar más grande", destacaron los investigadores, aludiendo no sólo a la necesidad de tanques o ropas mayores, sino también a rifles que se ajusten mejor a brazos más largos que los de los soldados del pasado.
Estas cifras son extraídas de un estudio iniciado en 2009, en el que 20.000 soldados chinos fueron sometidos a análisis médicos y mediciones varias para estudiar los cambios del recluta medio en los últimos tiempos.
El estudio realizó 28 mediciones de diferentes estructuras del cuerpo humano de los soldados (hasta se midieron los dedos para examinar su adaptación a los gatillos) y elaboró una base de datos sobre parámetros ergonómicos, señala el diario del ejército chino.
Tanques aún habituales en el ejército chino, como los famosos modelos 59 -conocidos porque son los que aparecen en la famosa fotografía del "hombre del tanque", tomada tras las protestas de Tiananmen de 1989- miden seis metros de largo y tres de ancho, pero tienen que dar cabida en su interior a cuatro soldados.
Tres de ellos, además, se enfrentan al reto de tener que meterse en la torreta giratoria del tanque, la estructura superior a la que está unido el cañón.
El modelo 59, todavía uno de los más populares en las Fuerzas Armadas chinas y que el país asiático ha importado a países de África y Oriente Medio, se diseñó en los años 50, sin apenas cambios durante más de medio siglo de operaciones.
Los cambios físicos en los soldados se enmarcan en un contexto más general, ya que en el país asiático tras décadas de desarrollo económico sensiblemente más rápido que la media mundial han permitido generaciones más altas que las anteriores.
Ello también ha planteado crecientes problemas de sobrepeso, algo llamativo en un país que en siglos pasados sufrió periódicamente grandes hambrunas.
Estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que ya más de un 20 por ciento de los habitantes de las ciudades de la nación sufren este problema, especialmente alarmante entre los niños.
"Como el tamaño medio del soldado ha aumentado, también se necesita con urgencia un equipamiento militar más grande", destacaron los investigadores, aludiendo no sólo a la necesidad de tanques o ropas mayores, sino también a rifles que se ajusten mejor a brazos más largos que los de los soldados del pasado.
Estas cifras son extraídas de un estudio iniciado en 2009, en el que 20.000 soldados chinos fueron sometidos a análisis médicos y mediciones varias para estudiar los cambios del recluta medio en los últimos tiempos.
El estudio realizó 28 mediciones de diferentes estructuras del cuerpo humano de los soldados (hasta se midieron los dedos para examinar su adaptación a los gatillos) y elaboró una base de datos sobre parámetros ergonómicos, señala el diario del ejército chino.
Tanques aún habituales en el ejército chino, como los famosos modelos 59 -conocidos porque son los que aparecen en la famosa fotografía del "hombre del tanque", tomada tras las protestas de Tiananmen de 1989- miden seis metros de largo y tres de ancho, pero tienen que dar cabida en su interior a cuatro soldados.
Tres de ellos, además, se enfrentan al reto de tener que meterse en la torreta giratoria del tanque, la estructura superior a la que está unido el cañón.
El modelo 59, todavía uno de los más populares en las Fuerzas Armadas chinas y que el país asiático ha importado a países de África y Oriente Medio, se diseñó en los años 50, sin apenas cambios durante más de medio siglo de operaciones.
Los cambios físicos en los soldados se enmarcan en un contexto más general, ya que en el país asiático tras décadas de desarrollo económico sensiblemente más rápido que la media mundial han permitido generaciones más altas que las anteriores.
Ello también ha planteado crecientes problemas de sobrepeso, algo llamativo en un país que en siglos pasados sufrió periódicamente grandes hambrunas.
Estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que ya más de un 20 por ciento de los habitantes de las ciudades de la nación sufren este problema, especialmente alarmante entre los niños.
EFE
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