El resto se almacena en zonas montañosas de difícil acceso. 

"Según nuestras estimaciones, estamos hablando de un mínimo de cincuenta mil toneladas de opio. Estas se almacenan para los "días malos", en caso de mala cosecha. Es por eso que no podemos esperar ninguna reducción de la oferta de drogas en los próximos cinco a diez años", declaró Víctor Ivanov. 
Según él, hasta tres millones de agricultores se encuentran envueltos en la producción de drogas afganas, las cuales son consumidas por cientos de miles de personas en todo el mundo.