Vuelve Juana de Arco

La decisión y el espíritu guerrero de la feminista tunecina Amina Tyler nos remiten a la estampa de Juana de Arco. La imagen de una amazona siempre impresiona mucho. Puede ir vestida de armadura brillante, empuñar una centelleante espada o enarbolar una bandera con los símbolos de la fe bordados sobre ella.

O, todo lo contario, puede arrancarse los ropajes y recibir los golpes con el pecho desnudo, desnudo en el sentido figurado y en el literal. Irá sola contra la multitud, segura de sus ideales, consciente de su deber de denunciar y actuar, movida por las ideas que nacen en lo más profundo de su ser.Amina Tyler fue arrestada el pasado 19 de mayo, en el momento de estar pintando la palabra Femen sobre el muro de un cementerio musulmán. Contra ella se formularon cargos de profanación de un cementerio y de comportamiento amoral. Sin embargo, sus actos han provocado reacciones intensas en el extranjero.La historiadora y escritora, miembro del movimiento feminista durante los últimos cuarenta años, Florence Montreynaud aceptó comentar el caso de Amina:–Me parece interesante la comparación entre Amina y Juana de Arco, en ambos casos vemos a dos mujeres solitarias que se enfrentaron al mundo entero. Es el rasgo que distingue a Amina de las protestas feministas de las últimas décadas donde siempre aparecían pequeños grupos. Se sometió a un riesgo increíble, es honorable e inigualable. Inigualable, porque no aconsejaría a nadie que actúe de la misma forma.Amina se diferencia de la doncella de Orleans por no ir protegida con una armadura, sino por desnudarse. La actitud hacia el movimiento Femen puede ser muy variada, pero habría que reconocer que sus participantes han sabido conceder al desnudo pecho femenino un significado muy distinto del habitual al de madre lactante o el erótico. Le devolvieron el significado que arraiga en la mitología antigua. Es parecida a la imagen de la Libertad guiando al pueblo de Eugene Delacroix: el vestido está roto, pero no hay tiempo para arreglarse, la lucha está en su apogeo.En este sentido Amina es Juana de Arco. Arriesga su vida, para defendernos, a hombres y mujeres que creemos en un mundo mejor. Un mundo, donde las mujeres sean iguales a los hombres y puedan vestirse como les dé la gana, donde tengan el derecho de sentir y expresar libremente sus sentimientos”.La tranquila y sosegada voz de Florance Montreynaud recuerda la calma y la paz que respiraba Amina en el momento de su detención. ¿De dónde sacará fuerzas para enfrentarse al mundo que le rodea?–Al igual que para muchos luchadores, esta paz interna y esta seguridad son fruto de su profunda convicción de estar siguiendo el único camino correcto. Existen numerosos ejemplos de ello: Nelson Mandela, Martin Luther King, Mahatma Gandhi... Su estado de ánimo parece inalterable, se lo toman todo con mucha calma. Sus acciones van dirigidas hacia la Verdad.No obstante, no todos son capaces de dar una evaluación imparcial a las acciones de Amina. Su familia las achacó a su inestabilidad psíquica. Solo su padre la defiende:–El apoyo del padre es magnífico. Leí su carta abierta y si es auténtica, es maravilloso que un padre respalde tanto a su hija. Al preparar mi libro sobre las grandes mujeres del siglo XX estudié miles de biografías. Pude encontrar un detalle común para la mayoría: el respaldo que les daba su padre desde la más tierna infancia. Creo que este podría ser el motivo de la convicción interna de Amina. El hecho de que su padre esté de su parte y haga pública una carta tan entrañable, la hace sentirse muy segura, porque su carácter se forjó bajo la atenta mirada de un padre amoroso.La última pregunta que le hicimos a Florance Montreynaud tuvo que ver con las consecuencias de la protesta de Amina y la continuación de la lucha por los derechos de la mujer en Túnez:–No conozco lo suficientemente bien Túnez ni el mundo árabe. Podría ocurrir que Amina sea la única golondrina o puede que traiga la primavera. Es posible que otras mujeres la sigan. Pero nadie les aconsejaría que corran un peligro tan grande. Se podría solo desear que en Túnez se forme un grupo feminista con un programa serio y apoyo jurídico. Para que representen las tendencias progresistas de la sociedad tunecina. Unas tendencias que últimamente se hacen cada vez más débiles.