El Reino Unido se prepara para celebrar en cuestión de días el nacimiento de quien estará de tercero en línea para ocupar el trono británico, después de su abuelo Carlos y su padre William.
El bebé llega cargando la historia en sus mínimas espaldas.
El nacimiento de los herederos de la corona es y ha sido siempre vital para cualquier monarquía y ese grado de importancia está reflejado en las tradiciones que han acompañado el evento a través de los siglos.
Algunas siguen vivas mientras que otras, seguramente para el alivio de Kate Middleton, han sido confinadas a los libros de historia.
He aquí diez de ellas.
1. Hasta 1948, los secretarios del Estado de Asuntos Internos solían estar presentes en los nacimientos reales.
El secretario de Asuntos Internos Sir William Joynson-Hicks, por ejemplo, asistió al nacimiento de la reina Isabel II en 1926, a pesar de que el gobierno estaba envuelto en una disputa con los mineros de carbón.
Se pensaba que la costumbre tenía algo que ver con la verificación de que el niño era efectivamente hijo de la reina o de que era varón.
Pero antes del nacimiento del príncipe Carlos, los investigadores de la oficina de Asuntos Internos no encontraron evidencia que apoyara esa creencia, así que la práctica se suspendió, según la biografía de la reina escrita por Ben Pimlott.
2. El arzobispo de Canterbury tampoco atenderá el nacimiento, como era costumbre en el pasado.
Una excepción se dio en 1841, cuando nació el primer hijo de la reina Victoria -Alberto Eduardo- pues el arzobispo llegó tarde. Es probable que se haya debido al pesado tráfico de carruajes en las calles de la época, pero eso no está confirmado.
3. Según se reportó, hubo 42 personajes públicos eminentes llamados a verificar el nacimiento del hijo del rey Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia, Jacobo Francisco Eduardo, en 1688 en el Palacio de St. James.
Fue "el primer circo mediático de la historia debido a un nacimiento real", según la catedrática de la Universidad de Cambridge Mary Fissel.
La gente cuestionaba el hecho de que la esposa del rey, María II de Inglaterra, estaba genuinamente embarazada y cuando empezó su trabajo de parto, cuenta Fissel, se esparcieron los rumores en los tabloides y en los cafés de que el bebé realmente era un niño que una sirvienta había traído a la habitación en una olla o que lo habían metido por una puerta secreta.
Ese escándalo dejó una duda indeleble sobre la legitimidad del bebé, señala Fissel, y nunca pudo ser rey. Guillermo III de Orange y su esposa María llegaron al trono después de la llamada Revolución Gloriosa en 1688.
4. El hijo de Kate y William no necesitará un apellido, pues tendrá el título de Su alteza real príncipe o princesa.
Pero si quisiera uno, tiene tres entre los cuales escoger: Mountbatten-Windsor, Wales (Gales) o Cambridge.
En 1917, Jorge V adoptó el apellido Windsor como el "apellido" de su familia, para cambiar el de Saxe-Coburg y Gotha que sonaba demasiado alemán para llevarlo durante la Primera Guerra Mundial.
La reina Isabel y el príncipe Felipe combinaron sus dos apellidos, de ahí Mountbatten-Windsor. Sus descendientes directos lo pueden usar, pero no están obligados a hacerlo.
En su rol militar, William usa el nombre de su casa real, Wales (Gales), que tomó de su padre. Pero también está disponible como apellido Cambridge, por el título que se le dio a la pareja cuando se casaron: los duques de Cambridge.
5. La noticia será expuesta en un caballete.
Dicta la costumbre que las noticias de nacimientos o muertes de miembros de la familia real son desplegadas en las rejas del palacio de Buckingham antes de ser difundidas por cualquier otro medio.
En este caso, serán expuestas en un caballete ornamentado que estará en el patio delantero del palacio.
Se le informará primero a la reina, los miembros de la familia real de más alto rango y la familia Middleton, si no están en el hospital.
Paso seguido, un edecán real irá a toda prisa del hospital al palacio, escoltado por la policía, con el boletín. El anuncio, del tamaño de un folio, con el membrete del palacio y firmado por los principales doctores, le comunicará a la nación si es niño o niña.
Después de que se exhiba esta nota, se divulgará oficialmente por Twitter y Facebook, y se le informará a los medios.
6. Los nacimientos reales usualmente son celebrados con un saludo de 41 cañonazos de la Tropa Real de la Artillería Montada del rey.
Ese día, si se siguen los planes, Londres retumbará.
El saludo real tradicional consta de 21 cañonazos pero como serán disparados en un parque real -Green Park- habrá 20 disparos más: un total de 41.
Y no serán los únicos. En la Torre de Londres se dispararán 62: los 21 básicos, 20 por ser un castillo real y 21 en nombre de la ciudad de Londres.
Las banderas británicas ondearán en las astas de todos los edificios gubernamentales, barcos de la Marina Real y los establecimientos de Defensa.
7. El bebé nacerá en un hospital.
El príncipe William fue el primer heredero de la corona británica que llegó al mundo de esa manera.
Tanto él como su hermano Harry nacieron en el ala privada Lindo del Hospital de St. Mary en Paddington, Londres, el mismo lugar en el que la duquesa de Cambridge planea dar a luz.
La reina nació en la casa de sus padres, 17 Bruton Street de Mayfair, Londres.
El actual heredero al trono, el príncipe Carlos, nació en el palacio de Buckingham y su hermana mayor, Ana, nació en Clearence House, otra de las residencias reales de la capital inglesa.
8. Lo más probable es que los nuevos padres le presenten al bebé al mundo a través de la prensa que acampará afuera del hospital.
La reina mostró a sus hijos desde el balcón del palacio de Buckingham frente a una enorme multitud.
9. El faldón de bautizo será una réplica de uno que ha sido usado desde 1841.
La prenda fue hecha originalmente para el bautizo de la hija mayor de la reina Victoria, la princesa real Victoria Adelaide Mary Louisa.
Confeccionado con encaje Honiton y satín blanco, ha sido usado por las generaciones subsecuentes.
La reina actual lo usó, así como sus hijos y nietos.
En 2008, el hijo del príncipe Eduardo y la condesa de Wessex vistió una réplica para preservar el original.
10. No se sabe aún dónde será bautizado el bebé, pero al príncipe William, como a su padre Carlos, los bautizó el Arzobispo de Canterbury en la sala de música del palacio de Buckingham.
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