La terapia con luz pulsada intensa (IPL, por sus siglas en inglés) se utiliza en Mayo Clinic en Arizona para el tratamiento del ojo seco crónico, afección que afecta a millones de personas en Estados Unidos, sobre todo en la desértica región suroccidental del país.
El tratamiento normal para el ojo seco crónico incluye medicamentos, colirios y ungüentos diarios para nutrir la superficie del ojo. En ciertos casos, se recetan suplementos de ácidos grasos omega-3 y esteroides tópicos. Cuando esta afección no se trata, el ojo seco crónico puede derivar en mala visión y cicatrices oculares.
El tratamiento con luz pulsada intensa está dirigido hacia los pacientes que sufren de ojo seco por exceso de evaporación, una clase de ojo seco crónico. La afección es resultado de la rosácea ocular, que consiste en una inflamación de la piel del párpado debido a la cual las glándulas meibomianas en los párpados no producen suficiente grasa natural para lentificar la evaporación de las lágrimas. Cuando eso ocurre, los pacientes presentan una sensación de ardor o de tener arena en el ojo, visión borrosa y enrojecimiento de los ojos.
El tratamiento ofrece alivio a los pacientes que han agotado o no han podido tolerar las demás alternativas de tratamiento, tales como los colirios, las compresas o las pastillas de doxiciclina.
La terapia con luz pulsada intensa consiste en dirigir destellos de luz hacia los párpados inferiores y parte superior de las mejillas para calentar las glándulas palpebrales que están obstruidas con secreción estancada. El médico puede, entonces, exprimir manualmente la sustancia estancada en los párpados.
La mayoría de pacientes requiere recibir cuatro tratamientos mensuales para obtener el máximo resultado, aunque puede notar una mejoría transitoria después de tan sólo el primer tratamiento. A los pacientes gravemente afectados con ojo seco por exceso de evaporación se les recomienda recibir tratamientos de mantenimiento cada tres a seis meses.
La terapia con luz pulsada intensa para el tratamiento del ojo seco crónico fue autorizada por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos en el año 2010. En Estados Unidos existen 30 centros que ofrecen este tratamiento.
La doctora Joanne Shen y el doctor Dave Patel de Oftalmología, que realizaron estudios de máxima especialización en enfermedades de la superficie ocular, tratan a los pacientes con casos moderados a avanzados de ojos secos.
Otro tratamiento para el ojo seco en Mayo Clinic es el LipiFlow. Este sistema puede evaluar el espesor de la película de lágrima grasa en la superficie ocular. Dependiendo de la cantidad de glándulas meibomianas obstruidas, el paciente puede ser candidato al tratamiento con LipiFlow. Los doctores Shen y Patel reservan este tratamiento para los pacientes con ojos secos menos inflamados.
En este tratamiento, se coloca sobre el ojo una pieza ocular de uso único que, de manera controlada, aplica calor y masajea los párpados. Después de 12 minutos de masaje, las glándulas sebáceas obstruidas se vacían, permitiendo la producción de grasas sanas que son fundamentales para una película de lágrimas sana.
“Los pacientes con ojo seco crónico no solamente viven con una inconveniencia, pues la afección conlleva el potencial de repercutir sobre el campo visual, causar dolor y afectar significativamente su calidad de vida”, comenta la doctora Shen.
Las causas para el ojo seco incluyen efectos secundarios de los medicamentos, edad, clima y tensión excesiva debido a mirar fijamente el computador durante períodos prolongados de tiempo.
Se calcula que alrededor de cinco millones de estadounidenses padecen de ojo seco crónico y muchos más lo tienen también, sin que todavía se les haya diagnosticado.
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