Todos hemos visto películas en las que un temible asteroide se precipita hacia nuestro planeta.
Lo que es menos conocido es que las amenazantes rocas espaciales a veces vienen de a dos.
Investigadores del Centro de Astrobiología de Madrid, en España, afirman haber encontrado la evidencia más firme hasta ahora de un doble impacto espacial, cuando un asteroide y su luna cayeron aparentemente sobre la Tierra en tándem.
Basándose en pequeños fósiles del tamaño del plancton, establecieron que dos cráteres vecinos en Suecia tienen la misma edad: 458 millones de años.
Los detalles de este trabajo fueron presentados en la 45º Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria que tiene lugar esta semana en The Woodlands, Texas, y sus hallazgos serán publicados en la revista Meteoritics and Planetary Science.
Sin embargo, otros científicos advierten que los cráteres de edad similar pueden deberse a impactos ocurridos con semanas, meses o incluso años de diferencia.
Hay un puñado de posibles impactos dobles conocidos, pero según el investigador Jens Ormo hay controversias sobre la precisión de las fechas asignadas a estos cráteres.
"Los cráteres de impactos dobles deben ser de la misma edad, de otra forma podrían ser sólo dos cráteres que están uno junto al otro", dijo a la BBC Ormo, quien estudió el caso sueco.
Ormo y sus colegas investigaron dos cráteres llamados Lockne y Malingen, que están separados por 16 km en el norte de Suecia.
Lockne es el más grande de las dos estructuras, con alrededor de 7,5 km de ancho. Malingen, ubicado al suroeste, es unas 10 veces más pequeño.
Lo que es menos conocido es que las amenazantes rocas espaciales a veces vienen de a dos.
Investigadores del Centro de Astrobiología de Madrid, en España, afirman haber encontrado la evidencia más firme hasta ahora de un doble impacto espacial, cuando un asteroide y su luna cayeron aparentemente sobre la Tierra en tándem.
Basándose en pequeños fósiles del tamaño del plancton, establecieron que dos cráteres vecinos en Suecia tienen la misma edad: 458 millones de años.
Los detalles de este trabajo fueron presentados en la 45º Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria que tiene lugar esta semana en The Woodlands, Texas, y sus hallazgos serán publicados en la revista Meteoritics and Planetary Science.
Sin embargo, otros científicos advierten que los cráteres de edad similar pueden deberse a impactos ocurridos con semanas, meses o incluso años de diferencia.
Hay un puñado de posibles impactos dobles conocidos, pero según el investigador Jens Ormo hay controversias sobre la precisión de las fechas asignadas a estos cráteres.
"Los cráteres de impactos dobles deben ser de la misma edad, de otra forma podrían ser sólo dos cráteres que están uno junto al otro", dijo a la BBC Ormo, quien estudió el caso sueco.
Ormo y sus colegas investigaron dos cráteres llamados Lockne y Malingen, que están separados por 16 km en el norte de Suecia.
Lockne es el más grande de las dos estructuras, con alrededor de 7,5 km de ancho. Malingen, ubicado al suroeste, es unas 10 veces más pequeño.
La pista del cuarzo
Se cree que los asteroides binarios se forman cuando un asteroide no monolítico comienza a girar tan rápido bajo la influencia del Sol que desde el ecuador del objeto se desprende roca suelta y forma una pequeña luna.
Las observaciones con telescopio sugieren que alrededor del 15% de los asteroides próximos a la Tierra son binarios, pero el porcentaje de cráteres de impactos dobles en el planeta es probablemente menor.
Sólo una fracción de los binarios que golpean la superficie terrestre tiene la separación suficiente entre el asteroide y su luna como para producir cráteres separados (aquellos que están muy juntos formarán estructuras superpuestas).
Los cálculos sugieren que alrededor del 3% de los cráteres de impactos espaciales deberían ser de asteroides dobles, una cifra que concuerda con el número de candidatos identificados por los investigadores.
Las inusuales características geológicas de Lockne y Malingen fueron reconocidas desde la primera mitad del siglo XX. Pero tomó hasta mediados de la década de 1990 para que Lockne fuera formalmente confirmado como un cráter de impacto terrestre.
En los últimos años, Ormo y su equipo han perforado alrededor de 145 m dentro de la estructura de Malingen, a través del sedimento que la llena, hacia los bloques de rocas fragmentarias que en geología se conocen como "brechas" y más profundo, alcanzando la base rocosa intacta.
El análisis de las brechas en el laboratorio reveló la presencia de cuarzo chocado, una forma del mineral cuarzo que se crea bajo intensas presiones y que está asociado con el choque de asteroides.
La zona estaba cubierta por un mar poco profundo en los tiempos del impacto de Lockne, así que los sedimentos marinos deben haber comenzado a llenar cualquier cráter inmediatamente después de que se produjeran.
Doble golpe
Los investigadores se propusieron datar la estructura de Malingen utilizando pequeñas criaturas marinas fosilizadas llamadas quitinozoos, que se encuentran en las rocas sedimentarias del sitio.
Su método, denominado bioestratigrafía, permite a los geólogos asignar edades relativas a las rocas en base a los tipos de seres que están en ellas.
Los resultados relevaron que la estructura de Malingen tiene la misma edad que Lockne: unos 458 millones de años.
Esto parece confirmar que esta área fue golpeada por un asteroide doble durante el Período Ordovícico.
Gareth Collins, quien estudia cráteres de impactos espaciales en la universidad Imperial College London, fue consultado por la BBC para conocer su opinión sobre el trabajo de Ormo.
"Al no poder ser testigo de los impactos, es imposible probar que dos cráteres separados por una corta distancia se formaron de forma simultánea", expresó Collins.
"Pero la evidencia en este caso es muy convincente. Su proximidad y las estimaciones de edad coincidentes hacen que el impacto binario sea la causa probable".
Las simulaciones sugieren que el asteroide que creó el cráter de Lockne tenía alrededor de 600m de diámetro, mientras que el que se incrustó en Malingen tenía 250m.
Estas medidas son más grandes de lo que pueden indicar sus cráteres por la mecánica de los impactos en entornos marinos.
Ormo añadió que Malingen y Lockne están a una distancia que se corresponde con la posibilidad de que un asteroide binario los haya causado. Si las dos rocas hubieran estado más juntas, sus cráteres se habrían superpuesto.
Pero para calificar como doble, los cráteres no deben estar demasiado lejos, porque si no excederían la distancia máxima en la que un asteroide y su luna pueden permanecer unidos por las fuerzas gravitacionales.
"El objeto que impactó en Locke era lo suficientemente grande como para generar lo que se conoce como ruptura atmosférica, donde la atmósfera es arrasada sobre el lugar del impacto", explicó Ormo.
Esto puede provocar que material del choque del asteroide se desparrame por el globo, como ocurrió con el enorme impacto de Chicxulub, el probable responsable de la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años.
El evento del Ordovícico no fue tan poderoso como para dejar rastros de ese material, qeu se debe haber disuelto en la atmósfera.
Pero el impacto debe haber tenido efectos regionales: por ejemplo, cualquier desafortunada criatura que estuviera nadando cerca se habría vaporizado al instante.
Otros candidatos a impactos binarios incluyen los cráteres de Clearwater del Este y del Oeste, en Quebec, Canadá; Kamensk y Gusev en el sur de Rusia y Ries y Stenheim en el sur de Alemania.
0 التعليقات Blogger 0 Facebook
Publicar un comentario