Irán concluyó el 2013 con 624 ejecuciones y ha empezado el 2014 con una cifra igual de escalofriante. Según Amnistía Internacional (AI), ya van 40 ahorcados este año, 33 en los últimos siete días.
El elevado número de ajusticiamientos contrasta con la nueva imagen internacional que busca proyectar el presidente Hasan Rohani, un clérigo moderado que asumió el poder el 4 de agosto del año pasado.
Ubicado en las antípodas de su predecesor, Mahmud Ahmadineyad,Rohani ha dado discursos conciliadores, incluso condenó el Holocausto y hasta habló por teléfono con el presidente estadounidense, Barack Obama, para llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Pese a ello, la directora de AI para el Medio Oriente y el Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui, sostiene que todos esos esfuerzos de cambio son inútiles si al mismo tiempo aumentan las ejecuciones.
Preocupación
Rohani juró el cargo en agosto y tan solo entre el 11 y el 25 de setiembre su país ajustició a 50 personas. Desde inicios del 2014, Amnistía Internacional ha registrado 21 ejecucionesreconocidas por las autoridades iraníes, así como 19 que les han sido comunicadas por fuentes fidedignas.
La mayoría de los ejecutados fue condenada por presuntos delitos relacionados con las drogas. Ninguno pudo apelar porque la Ley Antinarcóticos de Irán no concede este derecho.
“En Irán, los delitos de drogas se ven en los tribunales revolucionarios, que incumplen de manera habitual las normas internacionales sobre juicios justos. Lo cierto es que se condena despiadadamente a muerte en juicios injustos, y eso es inaceptable”, aseguró la principal representante de AI para el Medio Oriente y Norte de África.
AI ha solicitado al gobierno conmutar todas las condenas de muerte y suspender las ejecuciones, muchas de las cuales se realizan de forma pública colgando a los reos en grúas. “Las autoridades iraníes deben tomar con urgencia medidas para abolir la pena de muerte, pues se ha demostrado una y otra vez que no tiene ningún efecto disuasorio especial sobre la delincuencia”, precisó Sahraoui.
Un drama mundial
Durante el 2012, 682 personas fueron ejecutadas en 21 países , según Amnistía Internacional. En el 2011 fueron 680. Una de cada 10 países del mundo aplica la pena de muerte, de acuerdo a la organización.
En EE.UU., el mismo año, se llevaron a cabo 43 ejecuciones. El país norteamericano es el único de América que aplica la pena capital. Se cree que China es la que más personas ejecuta, aunque no se conocen cifras. Otros países que encabezan la lista son: Irán, Arabia Saudí y Yemen.
El Comercio
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