Fiel a su cita con Halloween, la popular serie de televisión de muertos vivientes "The Walking Dead" regresa a las pantallas con una cuarta temporada que promete ser más sangrienta de la mano de su nuevo responsable creativo, Scott Gimple.
El drama del canal AMC reaparece el domingo por la noche en Estados Unidos como preludio de la noche de brujas en la que a buen seguro los zombis volverán a recorrer las calles estadounidenses, igual que ocurre en el programa, aunque de forma mucho más inofensiva.
La serie ocupará el lugar dejado en la parrilla por "Breaking Bad" que dijo adiós a finales de septiembre tras cinco años de emisión con un capítulo que batió sus récords de audiencia, 10,3 millones de espectadores.
La cifra, sin embargo, no superó el mejor registro logrado por "The Walking Dead" en abril cuando bajó el telón de su tercera temporada ante 12,4 millones de personas.
Semejante currículo, que incluso mejora la audiencia de "The Sopranos", ha convertido a "The Walking Dead" en la niña bonita de AMC, que también produce el premiadísimo "Mad Men", hasta el punto de que su consejero delegado Josh Sapan expresó en mayo su deseo de que la serie estuviera aún en antena en 2022.
Su nueva entrega arranca con el episodio "30 Days Without an Accident" que muestra al alguacil Rick y su nutrido grupo de supervivientes del apocalipsis zombi cómodamente instalados en la cárcel que han hecho su hogar y disfrutando de una calma que no tardará en desvanecerse.
"Han pasado cinco o seis meses y durante ese tiempo la vida en la prisión se ha estabilizado", dijo Gimple en un vídeo promocional del programa en el que se ve cómo los protagonistas juegan, cultivan y dan clases, lo que les hace recuperar una percepción de normalidad.
El creador de las novelas gráficas en las que se basa la serie, Robert Kirkman, alertó no obstante de que en los 16 capítulos que componen la nueva temporada "las cosas solo pueden ir a peor" y las situaciones que se van a desencadenar pondrán al límite a los personajes.
En julio, en la feria Comic-Con de San Diego, Gimple anticipó que lo que está por venir será más terrorífico y con más secuencias de acción que lo visto hasta ahora gracias a una producción que ha aumentado en proporción.
Gimple, que formaba parte del equipo de guionistas desde la segunda temporada, tomó el relevo de Glen Mazzara, quien en diciembre anunció su salida de la serie por diferencias creativas.
Mazzara a su vez había heredado la responsabilidad del programa de Frank Darabont, quien fue despedido por tensiones en torno al presupuesto de la serie que él supo lanzar con éxito.
Bajo el mando de Gimple los personajes principales tendrán cada uno su tiempo para darse a conocer mejor a los espectadores, y Rick tratará de quedar en un segundo plano, y ejercer más como padre que como líder.
La cuarta temporada, al igual que la anterior, se emitirá en dos partes de 8 capítulos cada una, la primera hasta el 2 diciembre. Si se repite el calendario, la segunda mitad comenzará en febrero de 2014 y se prolongará hasta finales de marzo.
AMC estrenó este año episodios web de la serie, pequeños cortos que narran relatos no contados en la pantalla ambientados en el mismo universo zombi.
El canal anunció en septiembre que ha dado el visto bueno a un nuevo proyecto de Robert Kirkman para contar en una nueva serie otras historias que transcurren de forma paralela al mundo que habitan los protagonistas de "The Walking Dead".
EFE
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