Marquinhos, al caer

Si de Barça, PSG y Marquinhos se tratara, el fichaje del central brasileño por el club blaugrana podría darse por cerrado definitivamente. Las tres partes ya han llegado a un acuerdo, así que hay poco más de lo que hablar entre ellos. El problema es que en esta operación hay una cuarta parte: Dani Alves. El lateral tiene la llave definitiva que abriría las puertas del Camp Nou a su compatriota.

Desde un principio, Barça y PSG hablaron sobre la posibilidad de pactar una cantidad económica más los derechos del bahiano. La valoración que cada uno de los clubs hacía del lateral era el escollo más importante. Tanto que plantearon incluso la posibilidad de dejar fuera de la operación a Alves y acordar simplemente un traspaso económico. Finalmente, Dani volvió a aparecer encima de la mesa porque el PSG está muy interesado en él y porque solo le queda un año de contrato con el Barça, cuyo objetivo era traspasarlo. Como las necesidades de todos ellos eran coincidentes, se dieron una nueva oportunidad con la intención de pactar un precio por el internacional brasileño. De esta manera, el fichaje de Marquinhos será una realidad por 25 millones de euros más Dani Alves, cuyo valor se ha cerrado en 12 millones. Así, la cantidad total que abonará el Barça para incorporar al central del PSG son 37 millones. 

El primer paso que dio el club blaugrana fue llegar a un acuerdo con el propio futbolista pretendido. Sin el consentimiento de Marquinhos, no había nada que hacer. Pero el Barça jugaba con ventaja porque el central el pacto con el central ya estaba cerrado desde hacía un año. De hecho, era el futbolista elegido para reforzar la defensa el pasado verano si Tito Vilanova hubiera seguido en el equipo y, definitivamente, la opción de Thiago Silva se hubiera dado por acabada. Solo era necesario retomar las conversaciones y poner en marcha, de nuevo, su fichaje. Tras Marquinhos llegó el momento de convencer al PSG de su venta. Los franceses no tenían ningún interés, ni económico ni deportivo, en desprenderse de él, pero la insistencia del Barça y la voluntad del futbolista de vestirse con la camiseta blaugrana hicieron entender a los mandatarios del club parisino que debían dar su brazo a torcer. Lo que acabó de convencerles fue que el nombre de Dani Alves se puso encima de la mesa. A partir de ahí, el traspaso se agilizó porque el PSG lograba ingresar una cantidad importante por Marquinhos además de hacerse con el mejor lateral derecho del mundo. 

Ahora las tres partes están pendientes de lo que decida el internacional brasileño, que está inmerso en plena preparación del Mundial con la selección anfitriona. Dani Alves, de momento, no sabe nada de los planes que tienen para él, aunque también es cierto que siempre ha hablado bien del PSG. En principio, habrá que esperar a que acabe el torneo para dar por acabada la operación. Pero tampoco se descarta que pueda cerrarse mientras se disputa el Mundial y se espera al término del mismo para hacerla oficial. Lo que parece obvio es que ni PSG ni Barça se aventurarían a pactar un traspaso con Alves de por medio sin tener argumentos sólidos para que el lateral acepte el trato. Además, la situación de Dani en el Camp Nou, con solo un año por delante, y la voluntad de los franceses de contar con él, un deseo que viene ya de temporadas atrás, son razones potentes para ello. A nadie se le escapa, por otro lado, que el PSG tiene potencial económico de sobras para satisfacer las necesidades del brasileño y ofrecerle una ficha a la altura de su caché como futbolista.

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